lunes, 26 de mayo de 2014

El ojo del ciclón (crónica habanera nº 1)

A los indolentes que estáis al otro lado, he vuelto. En Cuba muchos programas de Google son víctima de la censura, así que si añadimos los 15 dólares que costaba una conexión de 2 horas y lo entretenida que he estado, creo que tengo motivos suficientes para justificar mi ausencia.

A lo que vamos. Si alguno piensa visitar próximamente La Habana, que no se pierda por favor un extraño espacio titulado El Ojo del Ciclón, en la mítica calle de O'Reilly esquina Villegas. Y digo extraño tanto por lo indefinido de su estructura interna -varias salas y pasillos de tamaño desproporcionado-, como por la gran variedad de cachibaches  y actividades que tienen lugar en su interior.



Cuando conocí a Leo D'Lázaro, habitante del inmueble y supuesto autor de gran parte de las piezas que allí se exponen, me dio la impresión de ser uno de tantos artistas plásticos cubanos que, subvencionados por algún familiar residente en EEUU, montan un sarao exótico en cualquier bajo de Habana Vieja para cazar turistas y desollarlos sin piedad. Lo cierto es que lo sigo pensando, pero el local merece la pena igualmente  siempre y cuando se tenga en cuenta esta advertencia. En sus propias palabras, lo que D'Lázaro trata de explicar con sus lámparas, relojes oxidados, espejos, grabados, lienzos oscuros y demás parafernalia es algo  denominado "Arqueología del presente" -muy original-, lo cual, por cierto, nunca entendí muy bien en qué consistía. 

Pero el sitio está guay, en serio. La primera vez que fui su hijo de 8 años y algunos amigos estaban aprendiendo a hacer modelos de barro; la segunda, un viejito cagándose en Raúl fumaba habanos sentado en una bañera de principios del siglo XX; cuando por fin me acordé de llevar la cámara, en mi tercera visita, los portones estaban cerrados. La señora apoyada en la puerta me contó que el Artista se había ido a por huevos, y conversamos sobre lo difícil que había sido encontrar huevos y condones ese mes; también intentaron venderme unas clases de salsa y tuve que declinar una oferta sexual bastante explícita por parte del profesor. 




PD: Para mayor información vid. http://leodlazaro.blogspot.com.es/