miércoles, 29 de abril de 2015

BREAK THE INTERNET



Un amigo cubano me dijo que a veces se paseaba por el Museo de Bellas Artes de La Habana buscando mi cuerpo europeo en los grandes formatos académicos que en su día adornaron los mejores salones de El Vedado. La raza negra tiene en Cuba el inconveniente de ser lo común, y por tanto no interesa. En cuanto a Mrs. West, Kim Kardashian para el público, la encuentro un producto delicioso. El aceite, el cava, el bálsamo de narcisismo que cubría su cuerpo como un vigoroso esmalte...quedarán para los anales de esta década, y aún así no la cambio por las niñas de Courbert  y tantos otros maestros que estos días juegan con el agua y el pudor de sus espectadores en una oscura sala de Recoletos. 

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