sábado, 25 de julio de 2015

Flashback íntimo


Quienes me conocen han leído esto muchas veces, y se lo he contado otras tantas a pie de bar, con mayor o menor atino. La historia es bien sencilla: un zigoto burgués, ultrasensible y ultragilipollas, florece en la ciudad de las Flores, se reconoce a sí misma en callejones dantescos, enferma de lirismo y atardeceres atómicos.Como recuerdo, una cicatriz pactada. Un tatuaje mediocre que sin embargo sigue vigente hoy, muchos años después. Esto fue lo que aquella niña escribió entonces, y quisiera hoy dejarlo recogido en digital por si algún día ella vuelve a perder los papeles.  

¿Qué es Poesía?
Para mí, poesía es lo de verdad, lo de dentro, la esencia que le queda a las cosas una vez destilada toda la infraestructura burocrática que las sostiene. Es el alma, es el duende. Es lo que se hace con un sentido y un fin intrínseco. Es lo que se ama, y lo que se odia, siempre y cuando sea real. Es que te duelan las costillas de reír. Es Shakespeare, Safo, Machado y Extremo Duro. Pero es también el mensaje que te despierta una sonrisa o una pintada acertada en la fachada de turno. Es una cerveza bien tirada, arrepentirse, lo que literalmente te atraviesa, la inspiración, otro examen aprobado, un orgasmo. Es prosa y es verso y es música y es mujer. Poesía somos todos y no somos nadie, porque cambia como el viento de dirección y de cantidad según sientan los ojos que miran las cosas y según las circunstancias espacio-temporales que las rodean. Supongo que la poesía, en su estado más puro, te abre en canal y te hace tiritar las entrañas. Hace que las palabras fluyan solas como la luz o como el agua. Poesía son los instintos primarios y, en general, todo lo que se encuentra en su estado primigenio, pues no ha sido infectado con los papeles. Otras veces, para llegar a Ella hay que achicar esos lodos residuales contaminados de burocracia y, entonces sí, llegamos a la piel y al hierro del asunto, al quid de la cuestión, a Casa Blanca y al chocolate negro. Poesía es darse cuenta de que tus padres tenían razón, de que tu abuelo es más joven que tú porque ya no tiene nada que perder, de que tu hermana ya sabía lo que ibas a decir y de que no es envidia lo que sientes, sino orgullo, cuando ves a tus amigos conseguir lo que creías que era una locura intentar. Poesía es Internet y ponerse moreno en la piscina. Y es el mar, y es encontrarse a sí mismo por mucho dolor y confusión que eso pueda provocar. Para el creyente es Dios y para el practicante es la Vida. Poesía es el amor platónico y destructivo que siente Werther por Carlota y el amor real de uno mismo por sus hijos, por el peluquero que le corta (de verdad) sólo las puntas o por su mascota. Poesía es hacer cola para ver a Estopa y no para la Seguridad Social. Poesía es Florencia, es echarle valor a las cosas, es creer en uno mismo, es llorar hasta caer desmayado en la cama, es tener labia al beber ron, es un regalo esperado en una fecha inesperada, es saber que se ha luchado por lo que se quiere dejándose las tripas y el cerebro en ello, aunque se haya perdido, es aprender y aprehender. Es el bien o el mal, y el bien y el mal. Es, en definitiva, la más superlativa antítesis de la Burocracia. Pero sobre todas las cosas, y cito literalmente al maestro, “poesía...poesía eres tú”.

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