He estudiado, ¡ay!, filosofía,
jurisprudencia y medicina, y también, ¡por desgracia!, teología;
Y heme aquí ahora, ¡pobre loco!,
tan cuerdo como era antes.
Soy magíster, y hasta soy doctor,
y ya va para diez años que,
por altos y bajadas, por llanos y revueltas,
a mis discípulos de la barba llevo.
¡Y sólo veo que nada podemos saber!
¡La sangre con esto se me hierve!
No hay comentarios:
Publicar un comentario