miércoles, 10 de junio de 2015

Yo también sueño

Tuve un sueño el otro día. Ahora que Pablo se ha apropiado de la retórica del señor King -para ponerla a la altura del fango, todo sea dicho-, me voy a sumar al carro, pues siempre he sido muy esclava de las modas. Soñé de verdad, soñé dormida, y me repetía a mí misma una y otra vez en aquel sueño: "las mujeres felices son las más fértiles". 

Esto es algo que verdaderamente me preocupa. Claro está que se trataba de un giro inconsciente recalcando una vez más que no sólo la inteligencia y las aptitudes, sino la paz interior y un deseo puro de verdad, pueden dar verdaderos frutos en el camino del intelecto. Ahora es cuando definitivamente me tomáis por una yogy trasnochada. Estoy tan débil que ni siquiera voy a discutirlo. Pero de verdad que he soñado, esta vez despierta, con una vía más pacífica, en la que aquellos que hemos tenido acceso al medio universitario -y no se engañen, esta es una cuestión puramente aleatoria y desde luego nada relacionada con la capacidad de sus miembros-, actuemos como ciudadanos responsables y no como imbéciles supinos, dejemos de jugar a ser grandes estrellas de la canción y nos centremos en lo que verdaderamente importa. 

Mañana leeré esto y es probable que me arrepienta de mis palabras. Pero una vez las he sentido, y creo que han quedado en mí para siempre. Las comparto por si alguno más quiere ser feliz conmigo. 

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